Texto: Eduardo Varas C.
Hay tanto que quedó en el aire en el final de la segunda temporada de “Euphoria”, tanto. Esa serie que ha generado tal nivel de seguidores que para HBO ya se habla de cifras récord. Sí, “Euphoria” es el segundo show más visto de la cadena de tv por cable de Estados Unidos, por debajo de “Game of thrones”.
Eso es estar en las ligas mayores.
Y no solo eso. De acuerdo a Twitter, este es el show más comentado en Estados Unidos en lo que va de la década, con 34 millones de tuits.
Sí, esta serie creada por Sam Levinson —hijo del cineasta Barry Levinson— y protagonizada por la casi omnipresente Zendaya, está al tope. Espectadores y espectadoras del mundo se juntaron los domingos en la noche para saber cómo seguían los dramas de este grupo de chicas adolescentes. Con sus conflictos con drogas, con sus cuerpos, con su sexualidad, con los adultos, con su identidad y con sus traumas.
“Euphoria” tocó algo importante.
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Y en el camino ha abierto paso a cierta polémica. Primero por los temas que trata —especialmente la sexualidad, con desnudos de algunas de sus protagonistas, como el uso de la desnudez frontal masculina—. Y porque el rodaje de la segunda temporada ha estado lleno de rumores de problemas a la interna que se reflejan en la pantalla.
Porque lo que empezó en junio de 2019 y que llamó la atención de millones de televidentes, cuando se estrenó la primera temporada, no se pudo mantener en la segunda. Y sus fanáticos se han dado cuenta. Por eso, así como se pone de manifiesto el amor a los personajes, la ira hacia el único escritor y creador de la serie, Levinson, es también ingrediente al hablar sobre “Euphoria”.
El fenómeno Levinson
La serie tiene un sentido coral, con varios personajes, interpretados por un conjunto de actrices y actores que se han vuelto en figuras de la cultura pop. Entre ellos, aparte de Zendaya, están Hunter Schafer, Sydney Sweeney, Alexa Demie, Maude Apatow, Barbie Ferreira, Jacob Elordi, Eric Dane, Angus Cloud, interpretando a un grupo de amigas que lidian con sus propios problemas, a una mujer trans que busca y encuentra aceptación, a un joven traficante de drogas, a un chico con demasiados problemas mentales y un historial de violencia hacia sus parejas y a su padre, alguien que vive una doble vida tanto como hombre de familia, reconocido por su comunidad y como alguien que paga por tener relaciones con jóvenes trans.
Todo narrado por el personaje de Zendaya, llamada Rue, en pasado. Todavía no se sabe desde dónde está narrando ella las cosas, pero sí se sabe que es una adicta a drogas en recuperación y que está recayendo a lo largo de la serie. Rue intenta explicar por qué los personajes son como son, como se puede ver en los inicios de los episodios. Bueno, esto hasta que ya no hubo a quién más mostrar y los inicios fueron otra cosa.
Esto solo pone en evidencia uno de los problemas que tiene la serie como estructura dramática. Y es que, si bien la primera temporada tuvo un buen nivel y fue capaz de encapsular todo el espíritu de este momento histórico, ahora no pasó eso. En la segunda temporada hubo algo que se rompió y que quizás las razones tienen que ver con Levinson y los problemas que ha generado en el set de grabación.
Un creador descontrolado
La imagen que The Daily Beast deja del creador, guionista y productor ejecutivo en una nota sobre el drama interno de la serie, no es la mejor. Sobre todo, porque confirma jornadas largas de trabajo, de hasta 17 horas al día, porque las cosas no estaban listas para ser rodadas, por cambios de última hora, y hasta por un par de enfrentamientos con la actriz Barbie Ferreira, quien hace de Kat, que terminó con ella yéndose del estudio. Si bien la nota no da certezas, se puede sumar dos más dos. Porque los fanáticos sí usaron redes para reclamar que en esta temporada Kat apareciera tan poco y que le dieran una historia que la volvió insoportable. La pelea entre actriz y productor ofrecería una respuesta.
La presunción es que Levinson no tiene bajo control mucho de lo que pasa. Esto, pese a que, a nivel fotográfico, la serie se ha encontrado con imágenes hermosas, como metáforas contundentes de lo que pasa con los personajes. Y pese a ciertas líneas de diálogo y algunas escenas son increíbles y a la actuación de la mayoría del elenco —Zendaya ganó un Emmy en septiembre de 2020, por ejemplo—. Muchos están dudando de si la calidad de “Euphoria” tiene que ver con él, con suerte o con el equipo con el que trabaja.
Lo que lleva a otro tema del que también varios medios se han hecho eco: el trato de la desnudez femenina. En diversas entrevistas, actrices como Sydney Sweeney —que ha mostrado sus senos en el show— y Chloe Cherry han hablado entrelíneas. Levinson escribe muchos desnudos femeninos y son las actrices —o en el caso de Cherry, un actor con el que compartía escena– quienes piden no desnudarse. “Hubo momentos en los que se supone que Cassie debía estar sin blusa —le dijo Sweeney a The Independent, en enero pasado— y yo le decía a Sam que no creía que eso era necesario en esa escena”.
Por su parte, Cherry —exactriz de cine porno— contó que en una escena en la que tenía que escapar por un ducto de ventilación, en el guion estaba escrito que ella debía estar desnuda. Era su primer día en el set: “Sam quería hacer la escena conmigo completamente desnuda y Tyler se puso en onda: No, es demasiado. Entonces decidieron no hacerla así”. El Tyler al que ella hizo referencia es el actor Tyler Chase, que en la serie hizo de Custer, su novio.
Hay fans que se han preguntado: ¿por qué escribe así a las mujeres?
Lo que lleva a otra situación salida del guion, que debió ser alterada durante el rodaje, a pedido de alguien del elenco. El 13 de febrero de 2022, en una nota para Variety, la actriz Martha Kelly —que hace de la terrorífica dealer Laurie— contó sobre el rodaje de la escena en la que desviste a Rue y le inyecta morfina. La actriz aseguró que la escena era “aún más enferma porque Laurie la ayudaba a desvestirse y entrar en la tina y se acercaba muchísimo a una onda pedófila desagradable”. Al final, ella pidió cambios y lo que se rodó fue algo que le bajó el tono a la escena y se grabó a la distancia y se lo desenfocó.
https://www.youtube.com/watch?v=4bIeBUOeMEk
Agujeros y agujeros
Es justamente con el personaje de Laurie con el que se produce el peor de lo agujeros argumentales de esta temporada. Porque en los capítulos que se estrenaron este año, Rue llega a niveles brutales frente a su adicción. Entra en negocios con traficantes para vender sustancias, aprovechando que estudia en el colegio. Y ese acto la deja con una deuda de 8 mil dólares que ella no puede pagar. Si se toma en cuenta lo verosímil, esto no es algo que tranquilamente pueden olvidar los traficantes.
Pero bueno, de acuerdo a Sam Levinson, esto se olvida. En los capítulos finales se ignora completamente esta deuda. Los traficantes desaparecieron del universo.
El punto más alto de las incongruencias narrativas se da en el episodio final, cuando todo el colegio ve la obra de teatro escrita por el personaje de Lexi —Maude Apatow–, que dirige y protagoniza una obra colegial que parece tener el presupuesto de un show de Broadway. En un juego para nada novedoso de cambios temporales, todos los personajes aparecen. Y aquello que había estado en tensión en todos los episodios, desapareció. No como un final abierto, sino como un ejercicio de pobre resolución, que no recompensa el cariño de una fanaticada que busca no una serie perfecta, pero sí una que maneje con respeto los propios arcos que proyecta.
Levinson dejó de lado la trama de los traficantes e hizo que un hijo acusara a su padre de abuso sexual a menores, al menos eso se intuye. Y, en el arrebato más tarantinesco posible, matar a un niño traficante, Ashtray –interpretado por Javon Walton– en medio de una redada policial. Sí, un momento intenso y dramático, pero ¿funcional para la historia? El propio Walton reveló que inicialmente él no iba a morir, pero un día antes del rodaje cambiaron el guion y ese fue el resultado.
¿Esto hace realmente de “Euphoria” una pésima serie? No en la sumatoria de factores. Pero sí tiene un serio problema de guion que deberá solucinarse para su tercera temporada, confirmada por HBO para 2024. Quizás Levinson ya no deba escribir todo. Quizás es importante sumar más nombres al equipo de escritores para conseguir que no se sienta que faltan y que sobran partes.
Como esa canción que el episodio final canta Dominic Fike, absolutamente innecesaria. A veces, menos es más.
https://www.youtube.com/watch?v=w3MloItBR6A