Texto: Eduardo Varas C.
Una bofetada vista por millones de personas en todo el mundo, casi en tiempo real. Un Will Smith que, luego de darla, gira y camina como si estuviera interpretando una vez más a Muhammad Ali. Chris Rock que no puede creer lo que ha pasado y que dice, en el micrófono: «Will Smith me acaba de sacar la madre» —esa sería la traducción más directa—.
Luego un intercambio de frases. Smith está enojado: «No pongas el nombre de mi esposa en tu maldita boca», grita. Rock se recompone a velocidad de la luz y continúa con la ceremonia. A esta altura todo el mundo sabe lo que pasó, las razones, el hecho y las consecuencias. Es algo tan complicado de explicar que una sola nota, dedicada a contar lo que pasó en la ceremonia que se celebró el 27 de marzo, en el Dolby Theatre en Hollywood, sería insuficiente.
Lo cierto es que de todo lo que sucedió, el golpe de Will Smith a Chris Rock es lo que quedará en la mente de las personas. Así como cuando en 2017, Faye Dunaway y Warren Beatty confundieron a la ganadora a Mejor Película y dijeron «La La Land», cuando era «Moonlight». No sé qué más pasó ese año, pero solo de eso me acuerdo.
«Coda» sorprende
El galardón a Mejor Película se lo llevó el filme «Coda», de Sian Heder. Y claro, siempre hay una que lo debió ganar con más razones. En este caso, se trata de «The Power of the dog», de Jane Campion, que es un absoluto deleite en todo sentido. Pero bueno, Campion debió contentarse con el premio a Mejor Dirección. ¿Es «Coda» una película mala? Para nada, es un buen filme, agradable y optimista; casi hecho como receta. ¿Eso es un problema? Probablemente sí.
Si bien el objetivo de «Coda» está en ser inclusiva y en convertir a las personas con discapacidad auditiva en personajes de película con los cuales sentirnos cercanos, desde una perspectiva que no se base en la compasión, esta es una historia que se ha visto muchas veces. Incluso es una versión en inglés de la película francesa «La Famille Bélier». Pero eso no la reduce.
El Oscar a Mejor Actor para Troy Kotzur está más que merecido. Y eso que había mucha competencia en la categoría. Pero su rol como padre de familia, pescador y sordo es impecable. En cada momento en la pantalla se luce. Con su mirada, sus movimientos, gestos y acciones. Hay algo que sucede con su Frank Rossi que se vuelve sublime. Así que el premio es más que lógico.
Pero es probable que en medio de un momento histórico complicado, violento y abrumador, los miembros de la Academia hayan apostado por un filme en el que ronda la buena onda.
Eso sí: resultó extraño ver a Eugenio Derbez recogiendo el premio a Mejor Película con el resto del elenco.
El humor… todavía debe
Quizás el trío de presentadoras de esta velada —como ha sucedido en otras— lo intentó y no lo consiguió del todo. Salvo contadas bromas —una sobre que tres mujeres presentadoras les salía más baratas a la Academia que un hombre, y otra sobre la diferencia de edad entre Leonardo DiCaprio y sus novias— lo demás no fue tan divertido.
Regina Hall, Amy Schumer y Wanda Sykes buscaron el humor, que la comedia funcionara. Es muy difícil conseguirlo en un espacio como ese. Hall consiguiendo pareja entre los actores presentes fue intentado como algo gracioso, pero no funcionó. Sykes arrancó algunas risas, es verdad, y eso es inevitable porque ella es realmente chistosa.
Inmediatamente después de un gran chiste de Schumer —el «¿me perdí de algo?, luego de la cachetada de Smith a Rock— llegaría otra de esas cosas extrañas. Schumer sacó a Kirsten Dunst de su puesto para coquetear con su esposo, el actor Jesse Plemmons, a pocos minutos de que el incidente del golpe sucediera. La segunda situación más incómoda de la noche.
La incomodidad también se tradujo en la forma en que, supuestamente, se adecuó la ceremonia para no hacerla tan larga y más precisa. Ocho premios se entregaron antes de la transmisión y fueron emitidos en el programa luego de ser editadas las participaciones; sin embargo, eso no ajustó las cosas. Hasta BTS estuvo ahí, presente.
El intento fue acercar a espectadores y se valió todo. Zack Snyder ganó dos premios en dos categorías nuevas. Uno por «Army of the dead», que se llevó el Premio de los fans, y otro por la escena de Flash llegando a la Speed Force, en «Zack Snyder’s Justice League», que obtuvo el Oscar Cheer Moment. Nada de lo que se hizo que el show elevara su estatus, pero sí que la audiencia subiera un 56% frente a la del año pasado. En 2022, 15,4 millones de personas vieron la entrega de premios.
Otra de esas rarezas que terminaron siendo graciosas es que en el clásico segmento «In memoriam» —donde recuerdan a actores y personas de la industria que fallecieron el año pasado— a diferencia de otras ediciones, optaron por una aproximación novedosa. Porque ya no fue la canción triste y sentida la que apareció, sino algo alegre, con bailarines saltando en escena. Como si estuvieran diciendo: qué bueno que moriste. Sí, extraño.
El efecto «Encanto»
Disney se llevó el premio a Mejor Película Animada con «Encanto»; aunque no es ni remotamente el mejor filme animado del año pasado. Sucedió lo que se dijo que pasaría: que la película que miles de niño vieron, sería la que ganaría. Hay un valor afectivo ahí.
https://www.youtube.com/watch?v=EQ62TFSQUGI
También en el hecho de se vendiera a la película como una especie de celebración de lo que significa ser latinoamericano. Otro lugar común. La interpretación de «We don’t talk about Bruno», durante la velada —que incluyó a Becky G y a Luis Fonsi— fue un pastiche de colores y bailes que, de cierta manera, responde a la mirada exótica que se tiene sobre Latinoamérica.
Al menos, en la categoría de Mejor Canción, Billie Eilish y su hermano Finneas, se llevaron el premio con «No time to die», el tema de la última película de James Bond. Si bien las composiciones de Lin-Manuel Miranda para «Encanto» son geniales, están al servicio de algo que funciona como un velo que esconden lo obvio. Es cierto, las películas no tienen por qué decir algo complicado, pero si son vendidas de esa manera, como un espacio para realzar lo latino, qué otra cosa nos queda por pensar.
La bofetada
Resumen. Entra Chris Rock a escena a presentar el premio de Mejor Documental. Hace un par de bromas que son cualquier cosa y se dirige a Smith y a su esposa, Jada Pinkett Smith. «Jada, muero por ver G.I. Jane 2», le dijo a ella, que tiene el pelo rapado a causa de una alopecia que padece. Sí, una enfermedad. Esto enfureció a Smith, que subió al escenario y abofeteó a Rock. Para luego, gritarle desde su puesto.
Esto es solo un resumen.
Rock salió del momento anunciando la categoría y al ganador —el músico Questlove por su película «Summer of soul»— y desapareció. Smith siguió en su puesto.
Cuando ganó el premio a Mejor Actor, por «King Richard», Smith aprovechó su discurso para hablar sobre lo sucedido y pedir disculpas a la Academia y al resto de actores nominados en la categoría. Ante el micrófono dijo: «El arte imita a la vida (…) Me veo como un padre loco, como decían de Richard Williams. Pero el amor te hace hacer locuras». Smith no se disculpó con Rock.
https://www.youtube.com/watch?v=2Rx80Kc_uGI
La Policía de Los Ángeles anunció de Rock decidió no presentar cargos por agresión, mientras que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas lanzó un comunicado en el que condenó las acciones de Smith y aseguró haber «iniciado oficialmente una revisión formal sobre el incidente y explorará otras acciones y consecuencias, de acuerdo con nuestros estatutos, estándares y la ley californiana».
En un primer momento se habló de la posibilidad de quitarle el premio, pero expertos han asegurado que eso es imposible. Y de acuerdo a CNN, el mismo domingo, durante la gala, se sopesó la idea de sacar a Smith del teatro y las discusiones se mantuvieron hasta que fue nombrado mejor actor.
Eso sí, la noche del lunes, Will Smith pidió disculpas por lo que hizo vía Instagram y esta vez sí se habló de Chris Rock: «Quisiera públicamente disculparme contigo, Chris. Estuve fuera de lugar y equivocado».
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