Texto: Eduardo Varas C.
La nota de Andy Greene y Kory Grow, para la revista Rolling Stone, levantó el polvo necesario. Tanto que dos de las personas entrevistadas tuvieron que publicar comunicados diciendo que se distanciaban del reportaje y que sus declaraciones fueron sacadas de contexto.
Es que con el título de «Los últimos días de Taylor Hawkins como Foo Fighter» hay algo que nos debe llamar la atención y lo hace. Ambos periodistas hablaron con al menos 20 personas cercanas a Hawkins, quienes hacen un recuento de los meses antes de su muerte, gracias a una costumbre que tenía el baterista de los Foo Fighters: hablar con sus amigos constantemente por teléfono.
Incluso el mismo día de su muerte, el pasado 25 de marzo de 2022, se habría comunicado con varias personas.
A algunos, incluso, llegó a decirles cosas complicadas y que terminan por poner en aprietos a la banda de Dave Grohl. Tanto que representantes del grupo se han adelantado a negar las cosas que se dicen en la nota.
¿Qué es lo que dice la nota? Que Hawkins —que ingresó al grupo en 1997— ya no estaba «seguro de salir de gira ni tampoco de si podría continuar siendo su baterista de tiempo completo de seguir a ese ritmo. Aun cuando se mantenía en buena forma, de acuerdo con sus amistades, le molestaba la condición física que requería tocar en conciertos de casi tres horas noche tras noche», como se lee en el reportaje.
Las declaraciones complicadas
Matt Cameron, el baterista de Pearl Jam —que se recupera del Covid en este momento— y exbaterista de Soundgarden, era uno de los amigos cercanos de Taylor Hawkins. El Foo Fighter les habría dicho que había hablado con Dave Grohl y que le pidió que se bajar el ritmo, que ya no estaba para seguirlo. Otros entrevistados de Greene y Grow también aseguraron haber recibido por parte de Hawkins un mensaje similar: “El hecho de que finalmente haya hablado con Dave y le haya dicho que no podía seguir haciéndolo nunca más, fue liberador para él”, les dijo una fuente que pidió anonimato.
De acuerdo al relato de esta nota, Taylor Hawkins estaba exhausto. En 2021, cuando se estaba retomando la normalidad, Foo Fighters dio 40 shows; para 2022 estaban pautados casi 60, pero la lista seguía creciendo. Y esto, al parecer, no fue respetado:
«Cuando Hawkins se enteró de que el grupo había añadido una fecha única en Australia para marzo, la persona anónima dice que Hawkins estaba tan molesto que le llamó para desahogarse y decirle que la banda se había comprometido a tener una agenda más ligera de ahora en adelante. “Y él tenía todas las razones para creerlo”, sostiene. “Él quería creerlo”.
Matt Cameron estaba en contacto con Hawkins: «Él intentó mantener el ritmo. Él había hecho todo lo que fuese necesario para lograrlo, y al final no lo consiguió”.
En junio de 2021, Taylor Hawkins dio una entrevista a Rolling Stone en la que hablaba de los conciertos de Foo Fighters y del esfuerzo que significaba hacer una gira. Ahí dijo que estaba «intentando descubrir cómo seguir manteniendo la fuerza de un joven en un cuerpo de 50 años, y es muy complicado”.
Un incidente previo
En diciembre de 2021, los Foo Fighters debían tocar en Abu Dhabi, para la final de la Fórmula 1. Para esto, volaron a Chicago, desde donde tomarían un vuelo directo, sin escalas, para llegar al show. Nunca llegaron. En ese momento se supo que hubo una emergencia médica en el vuelo a Chicago con uno de sus integrantes que debió ser llevado a emergencias.
Ahora sabemos que ese integrante fue Taylor Hawkins.
“Él dijo que estaba exhausto y se desplomó, entonces tuvieron que suministrarle suero y esas cosas”, dijo Chad Smith, el baterista de los Red Hot Chili Peppers, uno de los grandes amigos de Hawkins. Es más, en la nota lo muestran llorando o compungido muchas veces, durante su charla. “Estaba deshidratado y todo eso”, aseguró Smith.
Quien también precisó que luego de esto, Hawkins le dijo “No puedo seguir así”. Se supone que fue ese el momento en el que el baterista decidió hablar con Dave Grohl. «Luego de eso tuvo una conversación realmente importante con Dave y los administrativos. Él les dijo, ‘no puedo continuar con el calendario, tenemos que hacer algo”. De acuerdo al representante de Foo Fighters, esto nunca sucedió.
El reportaje de Greene y Grow también habla sobre el calendario de trabajo de los Foo Fighters y no lo define de la mejor manera:
Y mientras sus compañeros de Pearl Jam y Radiohead bajaron el ritmo al llegar a la mediana edad, dejando tiempo para que sus miembros se centraran en proyectos en solitario y en la familia, Grohl se aceleró. Foo Fighters dio más de 200 conciertos entre 2017 y 2021 y fue una presencia constante en entregas de premios y eventos especiales. Durante el tiempo de inactividad de la carretera, trabajaron en proyectos cinematográficos como los documentales Sonic Highways y Sound City, así como en la película de zombis de 2022, Studio 666.
Hawkins, cuando no estaba con su banda, seguía dedicado a la música, con proyectos solistas y otras bandas. Pero su aproximación era más relajada y él tenía el control de todo lo que pasaba ahí. Con los Foo Fighters otra era la historia: esta es la banda de Dave Grohl y él decidía. Parece que eso le afectaba al baterista.
Saas Jordan, cantante y amiga de años de Hawkins cuenta una conversación con él que grafica el nivel de ocupación que tenía. Él le pidió que se vieran en Toronto, durante la parada de los Foo Fighters en la ciudad, en medio de la gira que desde febrero a Navidad de 2022, los llevaría por todo el mundo:
“Le dije: ‘Me encantaría verte. ¿Cuándo es la fecha?’” recuerda Jordan. “Y él dijo: ‘Oh, mi puto Dios. No puedo mirar el maldito calendario de la gira. Me da ansiedad’”.
El esfuerzo final
https://www.youtube.com/watch?v=6fMXsmjRecY
Antes de la gira final, él se estaba poniendo en forma. Al menos eso cuentan los amigos. Había contratado a un entrenador personal, hizo lo que debía hacer y subió seis kilos. Se estaba preparando para lo que venía. Aseguran que quizás ya no lo quería hacer, pero no podía defraudar a nadie del equipo de los Foo Fighters.
“Durante los últimos meses, estaba levantando pesas y tomando electrolitos, estaba intentando mejorar las cosas para tocar al nivel con el que quería tocar”, contó Chad Smith a Rolling Stone.
Matt Cameron, por su parte, reconoció el trabajo que significa para personas de su edad —Hawkins había cumplido 50 años en febrero pasado— tocar canciones de hace 30 años con la misma fuerza y en sesiones de dos horas, por lo bajo:
“Solo hay un puñado de muchachos en nuestra profesión que todavía tocan esta música rock intensa de los 90, de alta energía (…) Ambos tuvimos que lograr ese equilibrio de ‘nunca debemos quejarnos’, pero hay cosas reales y específicas sobre lo que hacemos que son realmente desafiantes y difíciles … Es como si tuviéramos que ser capaces de correr una maratón cada vez que subimos al escenario, solo porque la música requiere ese tipo de energía”.
Si bien eso resultaba ser una preocupación de ambos bateristas, el ritmo entre Camero y Hawkins fue distinto. Pearl Jam no tocó nada entre 2019 y 2020 —estaban grabando su último disco, que lanzaron hace dos años y que recién presentan en vivo—. Y en 2021 solo tocó cuatro veces. En esos mismos tres años, de acuerdo a la nota, los Foo Fighters tocaron 70 shows.
¿Esto habla de al menos negligencia? No hay forma de responderlo. Lo cierto es que en los resultados preliminares de la autopsia de Hawkins se encontró que su corazón pesaba 600 gramos, casi el doble del tamaño normal. Y que en el reporte toxicológico de la orina había presencia de marihuana, antidepresivos, benzodiacepinas y opioides en su cuerpo. Los amigos descartan que Hawkins haya estado consumiendo drogas ilícitas.
Una vez que salió el reportaje -el pasado lunes 16 de mayo— tanto Cameron como Smith lanzaron comunicados diciendo que sus palabras fueron usadas en una narrativa que no intentaron —como lo publicó el baterista de Pearl Jam en su cuenta de Instagram—.
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Chad Smith, por su parte fue más categórico: «La revista Rolling Stone me pidió que compartiera algunos recuerdos de nuestra época juntos, lo que pensé que iba a ser un cariñoso homenaje que él se merecía. En cambio, el reportaje que escribieron era sensacionalista y engañoso, y de haberlo sabido nunca habría aceptado participar». Pero con el pasar de los días, el baterista de los Chili Peppers borró la publicación de Instagram.