Texto: Eduardo Varas C.
Hay dos cambios fundamentales en «Fantastic Beasts: The Secrets of Dumbledore» que la vuelven una mejor película que la anterior, «Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwabl». El primero es que J. K. Rowling deja de ser la única escritora de la historia, ya que el guion en esta ocasión está firmado también por Steve Kloves. Y esto le permite al filme mantenerse más preciso y enfocado. Con constantes secuencias de acción y una trama clara, que no se pierde en entresijos y que, es capaz de mantener el horizonte de sus personajes.
Por eso, el retorno de Newt Scamander —Eddie Redmayne, impresionante—, Jacob Kowalski —Dan Fogler—, Queenie Goldstein —Alison Sudol— y de Credence Barebone / Aurelius Dumbledore —Ezra Miller— es más que determinante para el destino del gran villano de esta saga: Gellert Grindelwald, quien ofrece el segundo cambio.
Porque esta vez ya no es Johnny Depp, quien lo interpretara casi en onda cameo en la primera película y desarrollara su personaje en la anterior —con discurso incluido que rememoraba las intervenciones de Hitler en Alemania—. Por problemas que no vienen al caso explicar en esta nota, Depp no está —aunque alcanzó a grabar una escena que luego no se usó— y llegó en su reemplazo Mads Mikkelsen.
Y Mikkelsen es un mejor actor de Depp, al menos para estos papeles, y es capaz de dotar de una densidad mayor a este personaje que quiere que los magos lo sigan para declarar una guerra en contra de los humanos. Esa es la base de la historia: Grindelwald recurre a una vieja leyenda para ganar el poder de todo el universo de magos, mientras que Albus Dumbledore y su equipo —nuevamente Jude Law en el papel que resulta ser justo para él— tratarán de impedirlo.
Aventura desde el primer momento
David Yates regresa a esta saga como director, siendo el responsable de los dos títulos anteriores. Ya es un experto en este universo de magos, habiendo dirigido las últimas cuatro películas de Harry Potter. Y aquí ya no debe crear ni complicar más la historia central. Lo que debe hacer es resolver y mostrar todas las posibilidades de la magia. Porque la ventaja de la saga «Fantastic Beasts» es que estamos ante adultos que deben enfrentarse entre sí para vencer un mal que quiere destruirlo todo.
Entonces los personajes deben recurrir a una astucia mucho más inmediata y al uso de sus varitas casi como si fueran sables de luz.
Por eso Yates no tiene nada más que enfocarse en la acción. La trama ya está definida en las anteriores y los instantes de mayor densidad dramática están contenidos y condensados, van al grano. No hay tiempo que perder. Esto, junto al uso de efectos especiales sorprendentes, en los momentos necesarios, ayudan a que esta película sea un viaje con suficientes sorpresas.
Así que lo que Yates hace con este guion es ofrecer un mejor ritmo, algo que la anterior película no tenía.
Por eso «Fantastic Beasts: The Secrets of Dumbledore» es una buena entrada en esta saga, que eleva un poco la esperanza, mientras se esperan los siguientes dos filmes que van a terminar todo. Bueno, esto dependerá de cómo le vaya a esta película que, hasta el momento, se esté llevando $200 millones en taquilla en todo el mundo.
Espero, eso sí, que para la siguiente película sí tengan a Katherine Waterston haciendo de Tina Goldstein mucho más tiempo del que sale en esta.
Fantastic Beasts: The Secrets of Dumbledore
Dir: David Yates
Guion: J. K. Rowling y Steve Kloves
Elenco: Eddie Redmayne, Dan Fogles, Alison Sudol, Ezra Miller, Jude Law, Mads Mikkelsen, Callum Turner, Jessica Williams, Oliver Masucci, Richard Coyle, Katherine Waterston.
Warner Bros. Pictures, 2022