Texto: Eduardo Varas C.
En «Lo invisible» está Luisa. Y ella es una mujer que no se encuentre bien. Eso lo notamos al inicio y poco a poco, conforme avance el metraje de esta película que apuesta por el silencio y por ofrecer una atmósfera que no nos dejará escapar de ella, que a sus 45 años regresa a casa, luego de intentar matar a su hijo recién nacido.
Luisa es la fuerza que absorbe todo y que de la que nada puede salir. Anahí Hoeneisen la interpreta y ella también coescribió el guion con Javier Andrade. Y hace un personaje que es complicado, porque se puede ser empático con ella, pero, al mismo tiempo, sentir una aversión brutal alrededor de lo que ella hace.
Javier Andrade ha hecho una película que exige discutir algunas cosas una vez que las luces de la sala se han encendido. Un filme que se distancia de manera brutal de lo que fue su primer filme de ficción, «Mejor no hablar de ciertas cosas» (2012). Porque mientras en el anterior todo era diálogo y una inmensa galería de personajes, aquí da un giro hacia el otro lado: poquísimo diálogo y una sola perspectiva.
Hay decisiones que se pueden considerar.
En el camino, Andrade ha hecho un filme que golpea y que ofrece a quien lo mire lo suficiente para que sea su impresión la que le dé forma a lo que sucede. Aquí, en esta conversación, el director habla de los conceptos y de la génesis de un proyecto que entrega un persona que pocas veces se ha visto en el cine nacional.
Del desborde de diálogos al silencio
No es gratuito que en «Lo invisible» predomine la ausencia de diálogo. Este es casi una experiencia de contemplación, en la que la manera en que se muestran las acciones de Luisa y su alrededor van a permitir el desarrollo de la narración. Javier Andrade habla de esta decisión artística que distancia a su segundo largo de ficción del primero.
¿Es un tema de no repetirse?
¿Cómo surge un personaje como Luisa?
Javier Andrade habla de cómo se creó este personaje, pensado para que Anahí Hoeneisen lo interpretara.
La cámara como la pluma de quien escribe
El trabajo de Daniel Andrade como director de fotografía llama la atención. Es a través de la cámara, de lo que enfoca y desenfoca, de lo que sigue y lo que deja en paz, que se traza una narración que solo muestra y no emite juicios. El director desentraña el sentido de la cámara de «Lo invisible» en el siguiente video.
Los temas a través de Luisa
Una de las recurrencias de este director es que sus personajes vivan en un espacio en el que las diferencias sociales y el clasismo tenga mucho que ver en las relaciones que se dan entre ellos. En «Lo invisible» eso sigue estando presente, pero con la particularidad de que siempre lo hace teniendo a Luisa —mujer de clase alta quiteña— como eje, sin emitir juicios. Javier Andrade habla aquí de cómo hace para tratar estos temas sin necesidad de caer en el panfleto.
Hablar de «Lo invisible»
¿Existe un título que pueda ser preciso y la vez de múltiples sentidos como este? El director revela de dónde y cómo surgió?
«Lo invisible» todavía está en cartelera.