RockTexto: Eduardo Varas C.
A un primer nivel, lo que hizo Will Smith fue un acto de violencia. De esos que, conforme van pasando los días, traen mucha tela para cortar. Porque se levantó, abrió su mano gigante y abofeteó a un comediante y presentador de una categoría de los Oscar. Esto por un comentario que hizo sobre su esposa, que estaba a su lado en la ceremonia. En un primer momento, Smith se ríe de lo que dice Chris Rock sobre Jada Pinkett Smith, en clara alusión a su corte de pelo a ras —esto, producto de la alopecia que padece y que hizo pública hace casi tres años—.
«No puedo esperar por G.I Jane 2», dijo.
Rock hablaba sobre la película de 1997, protagonizada por Demi Moore, en la que es una mujer que quiere ingresar a los Navy Seals y se rapa su cabello. Es visible la molestia de Pinkett Smith cuando escucha eso.
Fue suficiente. De ahí todo lo que todo el mundo vio. Smith, bofetada, Rock que sigue adelante aunque sorprendido y Smith grita que mantenga el nombre de su esposa fuera de su maldita boca —»fucking mouth», dijo—. Momentos de confusión, y de duda. ¿Era parte del show o qué? Mucha gente lo creyó así. Hasta que Smith ganó el Oscar a Mejor Actor —por la película «King Richard»— dejó en claro que sí era cierto.
De ahí, una cascada absoluta que se complica por todas las posibles lecturas que existen.
https://www.youtube.com/watch?v=-UU69NUeGhU
Primero, el perpetrador y su comedia
¿Quién es aquí la persona que violentó a otra? Hay que decir que el chiste de Chris Rock, lanzado a una mujer que sufre de una condición médica es, claramente, de muy mala leche.
Si bien en la ceremonia se los Oscar se espera que se hagan bromas pesadas a las estrellas de Hollywood —el clásico «rosteo»—, hay ciertas cosas que se intentan no sobrepasar.
Y de acuerdo a reportes, es probable que Rock no supiera de la condición médica de Jada Pinkett Smith. Algo que parece ser cierto ante la reacción del comediante. Porque ante el golpe y el reclamo verbal de Smith, solo dijo: «Fue un chiste de G.I. Jane», con incredulidad.
Sin embargo, hay que reconocer que el comentario de Rock fue desatinado.
Pero, ¿se nos escapa algo? Para el comediante ecuatoriano Iván Ulchur —de gira en este momento por Colombia— hay que aceptar la idea de que en espacios de stand-up comedy todos entramos en un dinámica particular, tanto comediante como público. Una en la que se puede «decir lo que se nos ocurra, pero con ingenio«.
Por eso es común encontrar en estos shows el «bullying» a los asistentes. Porque se trata de asentar el tono —al menos en el caso de Ulchur—. No pueden existir restricciones, dice el comediante. Pero también comenta que se trata de leer el lugar, a la gente, para saber qué chistes hacer y qué chistes no. No se pueden decir las mismas bromas que se hacen en un escenario en una escuela, en una universidad, en una cena familiar o en un hospital.
«Es precisamente debido a las restricciones que definen a nuestra vida, esas restricciones necesarias, sanas, por las que podemos convivir, que este es el acuerdo en el stand-up: aquí nos vamos a insultar con ingenio. Vamos a hablar de nuestras vidas y de cómo nos vemos. La gente que va a estos espectáculos sabe que ese es el acuerdo«, sentencia Ulchur.
Entonces Chris Rock, que viene de ese mundo, sale a escena y lanza un chiste a Javier Bardem y Penélope Cruz, marido y mujer. Luego gira a Smith y lo incluye en ese mismo chiste. En el remate lanza la broma a Jada Pinkett Smith y bueno…
A veces no se puede leer con propiedad a la audiencia o no se sabe lo que pasará con quienes escuchen un chiste que, en principio, buscar burlarse de la apariencia de alguien. En TMZ apareció una fuente cercana a Rock que aseguró que no tendría sentido decir que se burló de alguien con una enfermedad porque en el comediante «no hay ni siquiera un hueso de maldad».
Aguantar el chiste
Ha sido una semana impresionante para Will Smith, quizás han sido años de mucha presión. Es lo primero que se puede pensar. Porque, ¿qué debe pasar por la cabeza de alguien para, en cuestión de segundos, cambiar de ánimo y cometer un acto violento que ha terminado por desnaturalizar su imagen para buena parte de sus fanáticos?
Un acto que le ha restado importancia, inclusive, al hecho de que ganara un Oscar.
Esto no es una justificación bajo ningún criterio. Es solo tratar de entender tremenda acción. Cuando Smith subió y aceptó su premio, en medio de un discurso extraño e inconexo —en el que justificó la bofetada a través de la idea del amor y defensa a su familia—, dijo cosas como: «En este momento de mi vida estoy abrumado por lo que Dios me pide que sea y que haga en este mundo». ¿Qué pasaba por su cabeza?
Solo lo sabremos con certeza si habla algún día de esto.
Lo que sí se puede elucubrar es que al menos en los últimos años, la vida de Smith y de su familia —incluyendo a los hijos de la pareja, Jaden y Willow— ha sido tan visible y pública que eso debe tener un costo mental. En 2020, la pareja —casada en 1997— apareció en el show Red Table Talk aclarando rumores de que ella había tenido una relación amorosa por años con el cantante August Alsina, con el permiso de Smith. En esa charla no queda muy clara la situación, sobre si hay un engaño o una relación abierta entre ambos, pero sí se puede percibir que es un momento absolutamente tenso para él.
No fue una acción de alguien en sus cabales. Eso fue evidente. Al día siguiente, Smith colgó un comunicado en redes en el que reconocía lo hecho y pedía disculpas a Chris Rock.
Poco a poco la historia se fue complicando. Y a esta altura se saben muchas más cosas y todavía hay cruces de datos. Que la Policía de Los Ángeles se acercó a Rock para insistirle en que tome acciones, que habrían significado en la detención de Smith y que él se negó. No queda muy claro si la Academia quiso o no sacar a Smith de la ceremonia luego de la cachetada.
El lunes 28 de marzo, la Academia anunció una revisión del hecho, al que condenaron y aseguraron que habrá una sanción. Además, le dieron a Smith 15 días para que presentara un escrito en el que explicara lo sucedido. Este viernes 1 de abril, todo toma otro giro: Smith —anticipándose a la sanción— anunció su renuncia como miembro de la Academia, algo que de acuerdo a la revista Rolling Stone, fue aceptado.
El comunicado de Smith termina de esta manera: «… y aceptaré cualquier consecuencia adicional que la Junta —de la Academia— considere apropiada. El cambio toma tiempo y estoy comprometido a hacer todo el trabajo para asegurarme que nunca yo permita que la violencia se sobreponga a la razón».
Quizás con esto podamos pasar la página y ojalá que siempre gane la razón.